Así como existe una relación directa entre la calidad del
corcho de un tapón y el tiempo que puede permanecer en botella sin deteriorarse,
también existe una relación entre el diámetro y el tiempo de vida útil del
vino. De esta manera, a mayor diámetro del tapón, mayor es la presión de
sellado y menor la posibilidad de fugas y mermas.
Los tapones de corcho más empleados para el embotellado del
vino “quieto” son los de número 7, 8 y 9. Estos números se refieren al diámetro
del corcho y cuanto más alto sea este número, mayor es el diámetro. En algunas
ocasiones puede encontrarse la notación “8 x 1- 3/4”, “9 x 1-1/2”, etc., en la
cual el quebrado representa la longitud del tapón expresada como fracción de pulgada.
El diámetro promedio de la boca de una botella de vino de
750 ml es de 19 milímetros (3/4 de pulgada) y cualquiera de los tapones mencionados
puede ser utilizado para colocar en ella. Sin embargo, es conveniente dar
prioridad a uno u otro en función de la máquina taponadora que se disponga.
Las máquinas que comprimen el tapón forzando el paso de éste
a través de un embudo, como las manuales de doble palanca, suelen funcionar
mejor con tapones No. 8, mientras que las de compresión por mandriles se
desempeñan mejor con los tapones No. 9.
El tapón No. 7 es empleado en elaboraciones donde el cerrado
de la botella se raliza a mano. Su uso es poco recomendado pero, si la
necesidad obliga, la botella deberá ser almacenada de manera vertical para
evitar fugas.
Para botellas con boca de diámetro algo superior a los 19 mm,
por cierto muy raras, se utilizan los corchos No. 10, los cuales están
comúnmente asociados con máquinas industriales de alta compresión.
Tapón
|
Diámetro mm
|
Largo mm
|
Tapado
|
Vida útil
|
#7
|
20 (0-25⁄32”)
|
38 (1-1/2)
|
Manual
|
3-6 meses
|
#8
|
21 (0-53⁄64”)
|
38 (1-1/2)
|
Doble palanca (embudo)
|
1-2 años
|
#9
|
22 (0-55⁄64”)
|
38 (1-1/2)
|
De piso (mandriles)
|
2-7 años
|